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Monday, 29 June 2015

Cardinal DiNardo's Statement

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Statement re. Supreme Court Ruling on Marriage
June 26, 2015

The Supreme Court's narrow majority decision today is gravely unjust as it attempts to change the nature of marriage. Mandating marriage redefinition across the country is a tragic error harming the common good and the most vulnerable among us. The ruling does not and cannot change what marriage really is. No one and no court can make what is false true.

Marriage is a perennial institution, with deep roots in who we are and in our nation's culture and laws. Marriage is and always will be the union between one man and one woman. This truth is inseparable from the duty to honor the God-given dignity of every human person, to protect the beautiful truth of marriage, which concerns the essential well-being of the nation, especially children. Children have a basic right, wherever possible, to know and be loved by their mother and father together. The law has a duty to support every child in this most basic right.

With renewed purpose, we call upon all people of good will to promote and defend marriage as the union of one man and one woman for life. The redefinition of legal marriage to include any other type of relationship has serious consequences, especially for religious freedom.

Our Church will continue its efforts to support public policy issues, including a version of the marriage and religious freedom act, which would prohibit the government from discriminating against those who act in accordance with a religious belief or moral conviction that marriage is the union between a man and woman.

I encourage the faithful of the Archdiocese to move forward with faith, hope, and love: faith in the unchanging truth about marriage, hope that these truths will once again prevail in our society, and love for all our neighbors. Together, we must increase our efforts to strengthen marriages and families and rebuild a marriage culture. And, we shall continue to reach out with love and support to all people, including those who experience same-sex attraction knowing that all people are loved by God and are called to love Him.



For more information, visit the website for the United States Conference of Catholic Bishops (USCCB) on the promotion and defense of marriage.

La decisión de la Corte Suprema por una estrecha mayoría hoy es gravemente injusta en su intento de cambiar la naturaleza del matrimonio. La obligatoriedad de redefinición del matrimonio en todo el país es un trágico error que daña el bien común y a los más vulnerables entre nosotros. El fallo no puede y no debe cambiar lo que es el matrimonio en realidad. Nadie, ni ningún tribunal puede hacer de lo que es falso, verdadero.
El matrimonio es una institución perenne, con profundas raíces en quienes somos y en la cultura y las leyes de nuestra nación. El matrimonio es y siempre será la unión entre un hombre y una mujer. Esta verdad es inseparable del deber de honrar la dignidad dada por Dios de cada persona humana, para proteger la hermosa verdad del matrimonio, que se refiere al bienestar esencial de la nación, especialmente los niños. Los niños tienen un derecho básico, siempre que sea posible, a conocer y ser amados por su madre y su padre juntos. La ley tiene el deber de apoyar este derecho más básico de todos los niños.
Con un renovado propósito, hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad a promover y defender el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer para toda la vida. La redefinición del matrimonio legal para incluir cualquier otro tipo de relación tiene consecuencias graves, sobre todo para la libertad religiosa.
Nuestra Iglesia continuará sus esfuerzos de apoyar cuestiones de política pública, incluyendo una versión del matrimonio y la Ley de Libertad Religiosa, que prohibiría al gobierno de discriminar contra los que actúan de acuerdo con una creencia religiosa o convicción moral de que el matrimonio es la unión entre un hombre y mujer.
Exorto a los fieles de la Arquidiócesis a seguir adelante con fe, esperanza y amor: fe en la verdad inalterable sobre el matrimonio, la esperanza de que estas verdades volverán a prevalecer en nuestra sociedad, y el amor por todos nuestros hermanos. Juntos, debemos incrementar nuestros esfuerzos para fortalecer los matrimonios y las familias y reconstruir una cultura del matrimonio. Y, debemos continuar para llegar con amor y apoyo a todas las personas, incluyendo a aquellos que experimentan atracción por el mismo sexo sabiendo que todas las personas son amadas por Dios y son llamadas a amarle.
By Daniel Cardinal DiNardo